Si pensamos en la vida diaria de nuestra
familia, seguramente nos vienen a la cabeza recuerdos de situaciones muy
diversas.
Por una parte, encuentros
entrañables compartidos con seres queridos y con los cuales los vínculos afectivos
y personales proporcionan una confianza y sentimientos especiales.
Por otra, momentos de dificultad en
los que la convivencia y el entendimiento de unos con otros así como el manejo
de las emociones que tienen lugar ante una discusión,
un conflicto o un cambio se convierte
en un reto para la familia.
Desde que comenzamos a
relacionarnos con otros al hacernos mayores, empezamos a percibir la
complejidad que se esconde detrás de la comunicación entre personas.
Sin embargo, al convertirnos en
padres, tomamos además conciencia de la dificultad educar y enseñar a nuestros
hijos en este sentido.
¿Cómo manejar las propias
emociones en la relación con los diferentes miembros de la familia, especialmente
los hijos, en sus distintas edades?
¿Cómo ser sensibles a sus
emociones y acompañarles a medida que van pasando las diferentes etapas del
desarrollo?
¿Cómo crear un ambiente familiar que
promueva la expresión y comunicación de los sentimientos?
¿Cómo ayudar a nuestros hijos a que
tengan un mejor control en situaciones de dificultad y de toma de decisiones
sobre su futuro y sus relaciones?
Ninguna herramienta surte efecto por
obra de la magia o la casualidad, sino que requiere de voluntad para ser
aprendida e integrada, y finalmente servir de manera práctica y real en el día
a día."
Guía inteligencia emocional: el secreto para una familia feliz
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